Dío Astacio y la sombra de Manuel Jiménez: un discurso entre logros y resentimientos

La reciente rendición de cuentas del alcalde de Santo Domingo Este, Dío Astacio, más que una exposición administrativa, ha sido una puesta en escena política estructurada desde el resentimiento contra la gestión anterior, encabezada por Manuel Jiménez, su compañero de partido.

El discurso, lejos de limitarse a describir los resultados del primer año de gestión, reveló una clara intención: presentar al gobierno de Jiménez como caótico y negligente, mientras proyectaba su administración como heroica, eficaz y casi milagrosa.

La tensión entre Astacio y Jiménez no es reciente. Recordemos que Manuel Jiménez, tras perder la convención interna del Partido Revolucionario Moderno (PRM), se negó obstinadamente a reconocer la victoria de Astacio, causando una fractura interna notable en la organización política.

En lugar de respaldar públicamente al candidato electo de su partido, Jiménez optó por una ambigua posición de «voto libre», lo que muchos interpretaron como un sutil llamado a sus seguidores a no apoyar a Astacio.

En este contexto, es entendible, aunque criticable, que Dío Astacio aprovechara la tribuna de su primera rendición de cuentas para ajustar cuentas políticas.

Durante el largo discurso, se evidenció repetidamente su estrategia: resaltar cifras alarmantes de deudas, caos administrativo y problemas heredados que, según afirmó, fueron generados por la gestión anterior, mientras su equipo supuestamente ha resuelto la mayoría de esos males en apenas doce meses.

Sin embargo, presentar una administración entera como un desastre absoluto para luego dibujar su propia gestión como una especie de redención municipal puede ser contraproducente y podría minar su credibilidad a largo plazo.

La ciudadanía valora la transparencia y la claridad, pero también demanda equilibrio y respeto institucional. Atacar indirectamente a un alcalde anterior que proviene de su mismo partido podría reflejar ante la opinión pública más resentimiento personal que verdadera vocación de servicio.

Es justo reconocer que Astacio ha exhibido logros palpables en limpieza urbana, seguridad ciudadana e iniciativas sociales, pero centrar su discurso en destacar exageradamente los errores de su predecesor no parece la estrategia más sabia para construir consenso. Al final del día, una gestión se juzga más por sus acciones que por sus comparaciones.

Dío Astacio todavía está a tiempo de enfocarse en el presente y en el futuro, alejándose de rivalidades personales que, aunque legítimas, deben superarse por el bienestar del municipio.

La verdadera grandeza política no radica en denostar a quienes nos precedieron, sino en demostrar con hechos concretos y una comunicación equilibrada que se está a la altura de los desafíos de gobernar una ciudad como Santo Domingo Este.

Astacio debería recordar que la historia municipal no la escriben los discursos cargados de rencores, sino las soluciones reales y sostenibles que impactan positivamente la vida cotidiana de la ciudadanía.

Autor

  • Alfonso Caraballo

    Periodista egresado del Instituto Dominicano de Periodismo (IDP) y director del medio digital Visión Clave.

Alfonso Caraballo

Periodista egresado del Instituto Dominicano de Periodismo (IDP) y director del medio digital Visión Clave.

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