Entre Manuel Jiménez y Luis Alberto, se voltea la tortilla

El actual alcalde de Santo Domingo Este, Manuel Jiménez ganó las elecciones municipales del año 2020 al empresario y exdiputado Luis Alberto Tejeda, que vuelve al ruedo con nuevos bríos.

En el 2020 Luis Alberto era el candidato del PLD, un partido lastrado por 16 años seguidos en el poder y una fuerte división en su liderazgo nacional. En lo local, sufrió los resabios de un liderazgo que se resistía a aceptar su derrota en los procesos electivos internos.

Ahora es el Partido Revolucionario Moderno (PRM) el que sufre el desgaste de una gestión que pierde la credibilidad en su eficacia para combatir la corrupción, la criminalidad y, sobre todo, los altísimos costos de la canasta familiar, sus grandes promesas.

Pero lo peor es la disolución de la principal fortaleza de Manuel Jimenez: el extraordinario descalabro de su imagen.

Hoy, la marca Manuel Jiménez se asocia a ineficacia, a decepción, casi a pesadilla.



Reivindica así la necesidad de un alcalde con capacidad gerencial para el gobierno municipal.

Y es así como las grietas que ayer afectaron las aspiraciones de Luis Alberto ahora amenazan con descuartizar el futuro inmediato del alcalde compositor.

Porque si en la sociedad de Santo Domingo Este la capacidad gerencial de Manuel se evaporó, a lo interno del PRM es peor. Allí Manuel es visto como un advenedizo oportunista que se ha servido del trabajo de sus bases para encumbrar a sus amigos, familiares y a ciertos extrapartidos. 

En cambio, Luis Alberto se consolida en el PLD. Luce imbatible, sin rival. Las viejas rencillas van cediendo el espacio al anhelo de retornar al poder. Ahora parece que las presiones y depresiones de estar abajo empujan al abrazo, más que al arañazo.

Mientras a Luis Alberto se le barajan las fichas a favor, a Manuel Jiménez, poco a poco, se le voltea la tortilla.

(Y le toca el lado quemado)