REFLEXIONES ATREVIDAS #43
Por José Francisco Peña Guaba
La efimeridad del poder. Al ver este domingo el acto de cierre de la XXI Convención Nacional Ordinaria del Partido Revolucionario Moderno (PRM), dedicada a mi gran amigo en vida, el doctor José Rafael Abinader Wasaf, me llegó a la mente la reminiscencia de lo que fue el glorioso Partido Revolucionario Dominicano (PRD). No hay duda alguna, los modernos cobijan a la amplia mayoría de la militancia y dirigencia del otrora partido de la esperanza nacional.
En el marco de dicha actividad pude notar que faltó la participación de la disidencia. Parecería que se quiere imponer una organización de línea única, que no le cede espacio a los valores democráticos que hicieron grande en el pasado «al buey que más jala». Simplemente, observé que esa no es la organización heredera de las glorias del PRD, mucho menos con ese accionar antidemocrático, diferente a lo que representa su líder histórico, el doctor José Francisco Peña Gómez.

El legado de José Francisco Peña Gómez
Cuando los liderazgos únicos en la política dominicana se enseñoreaban en el caudillismo de la derecha y de la izquierda, representados por el doctor Joaquín Balaguer y el profesor Juan Bosch, mi padre asumió un nuevo liderazgo reformador, y, sobre todo, auténticamente democrático. Fue él que trajo de la vieja Europa al partido del «jacho prendio», motorizando y afianzando liderazgos emergentes y divergentes. A pesar de algunos efectos criticables a posteriori, su estrategia hizo del PRD la maquinaria política más portentosa y la gran escuela de la democracia de nuestra nación.
Peña Gómez fue siempre generoso y cultor de un espíritu democrático, porque compartió su liderazgo y la dirección del partido con hombres y mujeres ilustres, que construyeron unidos, el más formidable partido socialdemócrata de América Latina, después de la emblemática Acción Democrática de Venezuela, obra fecunda del inmenso Rómulo Betancourt.
Compartieron espacios de participación en la dirección del glorioso, los bien recordados dirigentes, don Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco, Jacobo Majluta, Pedro Franco Badía, entre otros populares dirigentes.
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Peña Gómez abrió las puertas de par en par a todos, más aún, ayudó como nadie a varios de ellos a ser presidente de la república. Su impronta les sirvió para que estos edificaran sus espacios de liderazgo. Llegada la hora de la obligada unidad, auspició mecanismos para compartir su autoridad interna. Incentivó alternativas de repartición proporcional, en términos de los apoyos que tenían, y les garantizó igual representación en los organismos internos y en las candidaturas electorales.

Del legado ignorado a la efimeridad del poder
Lo que vi el domingo, no puede ser el legado de José Francisco Peña Gómez. Él jamás excluiría de la alta dirección, por diferencias propias de la democracia, a hombres de la talla de un Fafa Taveras. Fafa tiene en su piel todavía las marcas de la tortura y de la prisión o del destierro, apostrofado ahí, por sus propios compañeros de partido, esos que en su mayoría nunca han pisado ni por un día la mazmorra por defender sus ideas.
El doctor Peña Gómez siempre entendió el papel fundamental de los intelectuales, porque estos, al decir del líder ideológico de los blancos, son los que dan forma a las ideas, pensamientos y derechos de las masas. En ese entendido es una osadía imperdonable excluir al ingeniero Ramón Alburquerque, el más talentoso de todos los perremeístas, sin lugar a dudas, el técnico mejor formado. Al contrario, debe ser motivo de orgullo para esa colectividad política su permanencia en la Dirección Ejecutiva del PRM.

Retumban en mis oídos todavía, las palabras introductorias del presentador oficial del líder, el cultísimo Tony Raful, en el programa Tribuna Democrática. Es inconcebible que este no sea parte principal del organismo. De igual forma, ahí debió estar mi estimado Vicente Sánchez Baret, el más auténtico representante del pasado heroico perredeísta, más mérito que él nadie, aunque mi querida comadre, Yadira Henríquez, lo represente. Un partido que no hace honor a su memoria histórica, que solo otea el futuro, sin valorar y justipreciar su pasado, está llamado más temprano que tarde a extinguirse.
Que no esté ahí el doctor Guido Gómez Mazara, es la más grande torpeza política cometida por el PRM. Debieron comprometerlo como sea, para que cohabitara con sus contradictores en la dirección partidaria. Esa es la democracia que nos enseñó el líder, eso aprendimos; hacer todo lo contrario, es desconocer su legado.
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Reconozco que todos los que fueron llevados a la Dirección Ejecutiva son activos importantes del PRD con nueva sigla, el PRM. Pero bien lo decía siempre mi padre, a la hora de conformar los organismos directivos, es necesario integrar «lo mejor de lo nuevo, con lo mejor de lo viejo». Por eso valoro el ingreso de buenos dirigentes, como el exdiputado reformista, Víctor -Ito- Bisonó, que encontrará resguardo político. También de inquietos jóvenes, como Robertico Salcedo. Pero creo que debió ser parte del más alto organismo perremeísta el prestigioso profesional Sigmund Freund, por su innegable capacidad y su condición de Delegado Político ante la JCE de esa organización.
Que no esté en la dirección el hermano Jacobito Fernández es un insulto a la lealtad, ya que este fue uno de los discípulos más firmes y queridos del doctor Peña Gómez.
Del líder aprendimos que unos más no hacen diferencia cuando se procura valorar la meritocracia. Por eso entendemos que aunque se criticaba la amplia membresía de los organismos del viejo partido, esto obedecía al interés estratégico de unir a la organización y darle participación a todas las corrientes del mismo. Un partido que no escucha de manera asertiva a sus críticos, nunca sabrá evaluar cuál es el mejor camino.
Es inverosímil que en aquellos tiempos, siendo Peña Gómez depositario de un liderazgo hegemónico, optara por establecer acuerdos con otros importantes dirigentes. Desde entonces el sabía que la imposición de la jefatura única, y, sobre todo, la que nace del poder, destruye más aceleradamente. Eso es simple de entender: los tiempos han cambiado y las redes sociales le han dado visualización hasta al más humilde de los militantes.

Advertencia
Para los que creen que les hacen un bien al amigo presidente Abinader, no aceptando disidencias, pues, les digo que lo único que están haciendo es ponerle los clavos al ataúd del PRM. Porque hasta los partidos predominantes en el poder tuvieron que construir sus oposiciones internas, para que en su momento jugaran el necesario papel de represar el disgusto de la militancia con sus funcionarios. Eso lo tuvo que hacer el presidente Joaquín Balaguer en tres ocasiones, ya que tuvo que negociar en su momento con don Augusto Lora, Fernando Álvarez Bogaert y Jacinto Peynado, que fueron por conveniencia del reformismo, en diferentes procesos electorales, sus compañeros de boleta.
El propio PLD, tuvo que acordar sus fuerzas internas, como se demostró en el año 2012 y en el 2016, cuando los liderazgos determinantes de LEONEL y DANILO dentro de los morados, los conminó a armar una dupla presidencial unitaria y exitosa.
La pasarela del aplauso es la sepulturera de las democracias porque por conveniencias pasajeras los asalariados del poder destruyen sus partidos y aniquilan a meritorios compañeros. Más aún, desconociendo lo efímero del poder. Si usted no logra relegitimarlo con el voto popular, su estadía será de apenas 4 años «un verdadero abrir y cerrar los ojos», con mayor interés institucional en esta ocasión, cuando el PRM llegó ya a la medianía de su gestión gubernativa.
El poder tiende a embriagarnos. Perdemos el sentido de la racionalidad y del respeto al derecho ajeno. Nos creemos supermán. No nos detenemos a pensar en lo efímero que es el mismo, y nos confiamos en que la suerte siempre nos acompañará. Así lo supuso mi estimado Danilo Medina en el 2020 e hizo una apuesta arriesgada, y lo perdió todo.
Es en ese preciso espejo en que se tienen que ver los actuales inquilinos del Palacio Nacional. Ellos deben entender que los tantos errores le ponen fecha cierta, para entregar la mansión de Gazcue a sus nuevos arrendatarios, más aún si no se cuenta ni con los apoyos propios, por el justificado descontento de su militancia.
Les aconsejo a estos amigos nuestros, y especialmente a mi estimado José Ignacio Paliza, que es todavía muy joven, con muchas batallas en el porvenir, que auspicien el reencuentro lógico de la unidad, porque esa acción innoble de la exclusión, no le traerá nada bueno, solo innecesarias críticas y cuestionamientos.

Al presidente Luis Abinader
A mi amigo, el presidente Luis Abinader, solo le expreso que desde el poder sé es magnánimo e indulgente, no hay espacios para sectarismos y rencillas, que solo sacan lo peor de la naturaleza humana.
Los llamo a todos a repensar la política, nuestra conducta ciudadana en medio de una detractora sociedad líquida. Sociedad que lleva la cuenta de todas nuestras actuaciones y nos hace analogía crítica de todo cuanto hemos dicho y hecho en el papel de opositores o cuando llegamos y nos encumbramos en el Olimpo del poder.
En términos estratégicos, para los proyectos futuros de esa organización, no tienen sentido las exclusiones realizadas. Ante el avance arrollador del leonelismo y la obligada confrontación que les espera con el aporreado peledeísmo, abrirse una trocha interna es la más infantil estupidez, que a modo de novatada se puede realizar, porque no hay Gobierno, por poderoso que este sea, que pueda pelear de manera simultánea en tres frentes, dos externos y uno interno. Es por ello que los remito a analizar el milenario tratado militar «El Arte de la Guerra», obra de uno de los mejores tácticos de la historia, el general Sun Tzu.

Los perremeístas insisten en hacerse conocer como fieles al legado peñagomista. Esto, pese a mis diferencias políticas y electorales con ellos, de corazón me satisface. Aún así les digo que la efimeridad del poder invita a una profunda y realista reflexión a todos los que estamos en política. En este nuevo mundo de hoy son derechos democráticos e inalienables de todos los ciudadanos expresar la crítica, opiniones y disidencias, y el que no esté dispuesto a aceptarlo, tiene que abjurar de la democracia y sumarse a los que, sin conocer la funesta época, rememoran el pasado trujillista.
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A los que aplauden las disquisiciones históricas, a los que aplauden el desconocimiento de los méritos, para hacerse simpáticos al jefe de turno, solo consiguen afectarlo. Y cuando se pierde el sentido del respeto o de la dignidad, vamos por una senda equivocada, porque hemos de saber, más aún, los que están en el poder, que podemos errar, pero no debemos perpetuar una injusticia.
Para los que todavía no lo creen, les comparto una cita de mi padre, llamando a la ponderación de la misma, a los que aún dicen ser sus prosélitos: «El símbolo de un partido político no pueden solamente ser su color, su emblema y sus reglas….Los partidos políticos se identifican también por las características de sus líderes y la naturaleza de sus actuaciones».
Autor

Mi recordado Jose Fco. Nunca leo un articulo de esa longitud hasta su final, en este caso lo saboree, Es tan real, sincero,leal, emergente EDUCATIVO,si, los altos ejecutivos de ahora y antes lo reflexionan seria catalogado de: magistral y certero, unico, en resultados politicos y democraticos. Gracias, diste vida a mis sentimientos y pensamientos . Nos sentimos tan excluidos, como si vino [email protected] y no votaran de nuestra casa.
Guao!!! Durante mucho tiempo no leía un artículo tan aconsejador y realista. Me atrevo a decir que usted es un buen amigo del Presidente Constitucional que tenemos los Dominicanos en este tiempo y su consejo no solo vale para la unidad de un partido en particular, sino que es importante para la gobernabilidad democrática.
Excelente, propio para q otras organizaciones lo analicen y lo apliquen si desean permanecer en el tiempo
Excelente esa forma expresiones de mi amigo José frank el PRM esta muy distante a los pensamientos del líder más grande de nuestra tierra el doctor Peña Gómez
Este,sin duda a equivocarme es un articulo k.debe servir de catedra no solo para paratodo ser humano que estudie o pienses estudiar ciencias políticas,sino a todo dirigente,miembros y simpizante de una org.politica,sino tambien a todo el k.tenga el derecho al voto xk nosotros somo lo k.nombramos a los servidores del pueblo sr presidente recuerde como cmdte.en jefe f.a.y policias k.los rangos y la antuedad se respectan,baje linea a los k.creen son unicos dueños del p.r.m hay m.dirigentes muy valiosos k.faltan en la direcion ejecutivas del.partido,pues el diablo,no sabes por diablo,sino por viejo
Caramba qué pluma y sabiduría tiene ese gran hijo, de quién en vida nos enseñó valores, humildad y sobre seriedad. Dr. José Francisco Peña Gómez, lo que en verdad es hacer política, no sólo se afianza en aplausos momentáneos, sino en la reflexión y análisis ponderacionar del accionar político al cual estamos expuestos en el momento. Valoro esas reflexiones de ese gran escritor y político hijo de mi gran líder José Francisco Peña Gómez.
Un excelente consejo, espero que el botao y el encubrimiento que tienen los acólitos y bufones de Luis, así lo entiendan y que bueno que el consejo le viene dado de parte de José Frank, que Dios te bendiga y te conceda larga vida.
Mi amigo y Hermano Jose Frank. A dado en el clavo este artículo es lectura suave lleno de verdades.
Interesante!!
Mi amigo y Hermano Jose Frank. A dado en el clavo este artículo es lectura suave lleno de verdades.
Interesante!!