¿Papa de ascendencia o de descendencia dominicana?

La elección de León XIV como Sumo Pontífice ha desatado un júbilo especial en la República Dominicana. No es para menos: la posibilidad de que el máximo representante de la Iglesia Católica tenga raíces en la isla es un motivo de orgullo nacional. Sin embargo, entre tanto entusiasmo, ha surgido un enredo semántico que vale la pena desenredar: ¿se dice ascendencia o descendencia dominicana?

Ascendencia: el eco de los antepasados

Para entenderlo, comencemos por el principio—y en este caso, el principio es el pasado. La ascendencia se refiere a los orígenes familiares que anteceden a una persona: padres, abuelos, bisabuelos y más allá en ese árbol genealógico que se extiende como ramas que buscan el cielo. Si los abuelos de una persona nacieron en la República Dominicana, esa persona tiene ascendencia dominicana, aunque su pasaporte diga otra cosa y su cuna haya estado en un rincón lejano del mundo.

Ejemplos de ascendencia:

  • Un estadounidense cuyo abuelo nació en Puerto Plata tiene ascendencia dominicana.
  • Una persona nacida en España con padres dominicanos posee esa misma raíz isleña, aunque el acento le juegue en contra.

En el caso de León XIV, si alguno de sus padres o abuelos fuese dominicano, entonces sí, podríamos hablar de una ascendencia dominicana.


Descendencia: el eco que nunca será

Aquí es donde la ironía se viste de hábito. La descendencia, por definición, es el linaje que continúa hacia adelante: hijos, nietos, bisnietos. Es la huella que uno deja en el mundo, los testigos de nuestra breve pero significativa estancia. Pero—y este es un «pero» con sotana—el Papa no tiene descendencia. No al menos en el sentido biológico, porque para eso tendría que haber roto un pequeño voto llamado castidad.

Ejemplos de descendencia:

  • Un padre y su hijo están unidos por una línea de descendencia.
  • Los nietos de un inmigrante son parte de su descendencia.

Para un Papa, hablar de descendencia es como esperar que un árbol crezca hacia adentro: una contradicción en términos. El linaje del Pontífice es espiritual y se ramifica en millones de fieles, pero no en hijos propios.


Entonces, ¿ascendencia o descendencia?

La respuesta es clara y, como casi siempre, más simple de lo que parece: León XIV podría tener ascendencia dominicana, pero nunca descendencia. Este detalle lingüístico, más que una simple cuestión de precisión, revela la naturaleza misma de su rol: un líder sin herederos, un patriarca sin patria biológica.

Quizás esta confusión sea un reflejo de nuestra tendencia a buscar pertenencia, de querer apropiarnos un poco de la historia cuando esta parece inclinarnos una sonrisa. Pero para que el orgullo sea certero, primero tiene que ser exacto.

Autor

  • Alfonso Caraballo

    Periodista egresado del Instituto Dominicano de Periodismo (IDP) y director del medio digital Visión Clave.

Alfonso Caraballo

Periodista egresado del Instituto Dominicano de Periodismo (IDP) y director del medio digital Visión Clave.

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